Comparten la necesidad de favorecer puentes de encuentro entre organizaciones sindicales e Iglesia.
Ha sido la primera reunión entre ambas organizaciones, después de los procesos de cambios que se ha producido tanto en la HOAC, con el nombramiento de Gonzalo Ruiz, en la responsabilidad de presidente, y de Unai Sordo, en la secretaría general de CCOO. Coincide, además, con el reciente Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales con el Vaticano, en el que participaron las dos organizaciones, y que articula, entre otras cuestiones, una agenda propia entre sindicatos e Iglesia, impulsada por el papa Francisco. En la reunión han participado además Paco Carbonero y Elena Blasco, por CCOO, junto con Milagros Villamarín y Fernando Díaz, por la HOAC.
La cita celebrada ayer a última hora de la tarde (tuvo que retrasarse por la presencia del sindicato en el velatorio de Josefina Samper), expresó un diagnóstico compartido de distintas preocupaciones del mundo del trabajo: la pérdida de calidad del empleo, el alto desempleo y la situación de nuevos trabajadores pobres; el crecimiento del individualismo cuando no neocorporativismo en las relaciones laborales; o las nuevas formas de acción sindical hacia colectivos de trabajadores que son obligados a trabajar por cuenta propia, etc. Por ello, consideran especialmente necesario situar el concepto de trabajo humano, estructurador de la identidad personal y colectiva, como cuestión central en la sociedad y fundamental para la dignidad de la persona, frente a un sistema que las descarta bajo la lógica del dinero y la rentabilidad.
CCOO hizo especial hincapié en la recuperación de derechos laborales y protección social para los trabajadores y las trabajadoras, cuidando especialmente a los más desfavorecidos. En esta lógica, se sitúa el reciente acuerdo del Salario Mínimo Interprofesional o el interés por articular un nuevo derecho subjetivo en torno a una renta mínima de ciudadanía, impulsado mediante una Iniciativa Legislativa Popular, está destinada a trabajadores descartados y sus familias, se encuentra paralizada su tramitación en el Congreso. Por su parte, la HOAC expresa que estas prioridades del mundo del trabajo, sobre todo de quienes sufren las condiciones más precarias, son también una prioridad de la Iglesia.
Ambas organizaciones se han emplazado a mantener y aumentar sus puentes de diálogo, para seguir abordando temas de interés común para el mundo del trabajo y la Iglesia, que ayuden y favorezcan un desarrollo humano integral, inclusivo y solidario.