Desde 1890, el 1 de mayo ha sido reconocido como un día de protesta y reivindicación de los derechos de los trabajadores. También es una jornada para celebrar los logros y conquistas de la clase trabajadora. En esta ocasión, el Movimiento Mundial de los Trabajadores Cristianos (MMTC) invita a sus miembros a unirse a otros trabajadores de todo el mundo, con el fin de "llamar siempre la atención sobre la dignidad y los derechos de quienes trabajan, condenar las situaciones en las que se vulnera esta dignidad y estos derechos, y ayudar a orientar los cambios necesarios para asegurar un auténtico progreso del ser humano y de la sociedad" (Juan Pablo II, Encíclica Laborem Exercens). En 2025, esta convocatoria se lanza a través de este mensaje desde la Isla de la Reunión.
La Dignidad de “Comer el Fruto de Nuestro Trabajo”
En un momento en que nuestro mundo enfrenta importantes convulsiones geopolíticas, los pocos beneficiarios del sistema capitalista harán todo lo posible por proteger sus intereses. La vida y la dignidad de los trabajadores se ven amenazadas, ya que son percibidos como meras herramientas que pueden ser desechadas en busca de ahorro.
En la Isla de la Reunión, tras la crisis del Covid-19, el Gobierno ha incrementado significativamente el número de contratos subvencionados (puestos de trabajo financiados en parte por el Estado). Al mismo tiempo, se ha promovido el desarrollo de microempresas. Como resultado, en 2022, la tasa de desempleo (según la definición de la OIT) en la Isla de la Reunión alcanzó un nivel históricamente bajo del 18,1%, en comparación con el 7,3% en la parte continental de Francia. Sin embargo, a pesar de estas mejoras, la tasa de desempleo sigue siendo alarmantemente alta, especialmente entre los jóvenes de 15 a 24 años, donde alcanza un preocupante 41,9% (fuente: insee.fr). Con la actual coyuntura económica y las orientaciones políticas, es probable que el número de desempleados vuelva a aumentar, ya que los salarios son la variable de ajuste preferida para equilibrar las cuentas públicas.
La concentración de la riqueza mundial en manos del 1% de la población genera desigualdades que afectan gravemente a los más desfavorecidos. Según los especialistas, esta violencia económica no es fortuita; es la cruda realidad de nuestra sociedad actual. En la Isla de la Reunión, un grupo internacional, presente en varios sectores de actividad, posee el 37% de la cuota de mercado, lo que representa el 45% del gasto actual de los consumidores (fuente: Observatorio de Precios, Márgenes e Ingresos de la Isla de la Reunión). Ante tal situación, ¿cómo podemos esperar una disminución real de la inflación? Basta con observar, por ejemplo, el aumento del precio del agua embotellada en el momento en que un ciclón asoló la isla en marzo de este año.
Además, existen desigualdades salariales entre mujeres y hombres, así como salarios por debajo de la media nacional para niveles educativos equivalentes. Por ello, entendemos a los jóvenes de la Isla de la Reunión que, tras sus estudios, optan por expatriarse, sin desear regresar a trabajar en su isla natal.
La Importancia de la Manifestación
Entonces, ¿por qué manifestarse el 1 de mayo, se preguntan algunos? Los más desfavorecidos sienten que siempre permanecerán en la pobreza, y sus esperanzas de un futuro mejor se desvanecen. ¿Qué sentido tiene salir a la calle si no nos escuchan? ¿Es realmente valioso? ¡Sí! Debemos, como ciudadanos activos, estar presentes en las calles para expresar nuestro desacuerdo con un sistema económico que deshumaniza a los trabajadores. Debemos demostrar nuestra solidaridad con aquellos cuyos fines de mes se vuelven cada vez más difíciles.
La Inteligencia Artificial y la Dignidad del Trabajo
La inteligencia artificial, presentada como una gran evolución tecnológica, está al servicio de una economía global que transforma nuestras vidas a una velocidad vertiginosa. Debemos desarrollar nuestras habilidades humanas para ponerlas al servicio de la dignidad de los trabajadores. Como cristianos, como bautizados, debemos apoyar la defensa de los últimos, de quienes sufren injusticia, desigualdad y discriminación. Debemos abogar por el derecho a la dignidad y al trabajo decente para todos, con amor y solidaridad... un verdadero proyecto de vida.
Reflexión Final
El 1 de mayo también es la fiesta de San José, el obrero, trabajador y artesano, símbolo de dignidad según el Papa. Recémosle para que cada trabajador encuentre o redescubra "el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto de su trabajo... Y que encontremos formas que nos comprometan a decir: no hay joven, no hay persona, no hay familia sin trabajo", como afirmó el Papa Francisco.
Este mensaje es un llamado a la acción y a la reflexión. En este 1 de mayo, unámonos en solidaridad y compromiso para luchar por un futuro donde la dignidad del trabajo sea una realidad para todos. Que este día nos inspire a seguir adelante, a no rendirnos ante las adversidades y a trabajar juntos por un mundo más justo y equitativo.
Mensaje escrito por el Movimiento Obrero Cristiano de la Isla de la Reunión (MTKR)