Una TIERRA, UnTECHO, Un TRABAJO, VIDA DIGNA A LA CLASE TRABAJADORA

Avanza en el mundo el proyecto de muerte del sistema capitalista bajo el mando del capital rentista y especulativo que proporciona, año tras año, una brutal concentración de riquezas en manos de pocos, lo que corresponde actualmente al 82% de todo el PIB para el 1% de la población. Pero, no satisfecha con tanta concentración de riquezas, la elite burguesa del planeta ataca a la clase trabajadora retirándoles derechos adquiridos a lo largo de los tiempos y a través de muchas luchas, sufrimientos y sangre derramada. Este ataque ocurre no sólo con los cambios en la legislación, sino también con la precarización del trabajo y los despidos masivos aumentando en todo el mundo el ejército de desempleados.

Otra práctica de muerte, promovida por el maléfico sistema, es la reducción del tamaño del Estado, haciéndolo mínimo y reduciendo inversiones en la Asistencia Social, en la Salud y en la Educación, eliminando políticas públicas de inclusión y distribución de la renta, desmontando programas sociales y condenando a la marginalidad y a la pobreza extrema millones de seres humanos en los cinco continentes. Así, el Estado, en cuanto institución que en una democracia moderna debería ser de todos (as) y para todos (as), se convierte en instrumento de garantía de privilegios de una minoría de abasto, que no se sacia y siempre se apropia, a lo largo de los tiempos, de los recursos naturales - fuentes de energías, tierra, alimentos y agua - herencia de Dios para toda la humanidad, transformando todo en comoditas, mercancías, riquezas privatizadas para satisfacer el hambre de la élite financiera del mundo y, por otro lado, impidiendo la supervivencia humana y de los demás seres vivos.  

Vemos también como práctica de muerte, deferida por la elite burguesa del planeta, el ataque a los gobiernos de carácter popular, elegidos democráticamente, especialmente en los países en desarrollo, que amargaron, hasta el final del siglo XX, un profundo retraso económico, social y político. En estos, las luchas del pueblo organizado, donde el papel de las Iglesias fue de suma importancia en los movimientos sociales, en los sindicatos y en las diversas asociaciones de trabajadores, provocaron la derrota de regímenes dictatoriales, como fue en Chile, Brasil, Uruguay, Argentina, etc., haciendo brotar gobiernos democráticos. En este momento de la historia se está imponiendo una agenda hipócrita, moralista y fascista, articulada por la elite económica del mundo que, aliada a las atrasadas élites nacionales, controlan corruptamente a los grandes medios y, coligada a los poderes legislativo y judicial, golpean gobiernos democráticamente elegidos, persiguen a líderes políticos y promueven verdaderos retrocesos.

Por fin, millones de familias de trabajadores y de trabajadoras, en los diversos continentes, viven bajo constantes amenazas en medio de conflictos religiosos y políticos, forzadas a abandonar sus tierras, su patria y, dispersas, emigran a destinos inciertos en busca de supervivencia en tierras no siempre acogedoras.   

Delante de tan grande calamidad, frente a tamaña violencia, El Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos - MMTC, en este 1 de mayo, se une a los demás movimientos y organizaciones sociales del mundo entero, con todas las Iglesias, todos los credos e incluso los que no tiene credo alguno, hombres y mujeres de buena voluntad, para juntos afirmar:

NO A UNA ECONOMÍA DE LA EXCLUSIÓN; NO A LA NUEVA IDOLATRÍA DEL DINERO; NO A UN DINERO QUE GOBIERNA EN VEZ DE SERVIR; NO LA DESIGUALDAD SOCIAL QUE GENERA VIOLENCIA.  

Y GRITAR EN ALTO Y BUEN SONIDO, NINGÚN TRABAJADOR (A) SIN TECHO, SIN TIERRA, SIN TRABAJO. VIDA DIGNA PARA LA CLASE TRABAJADORA.

Propuesta de REVISIÓN DE LA VIDA

sobre el 1 DE MAYO en los Equipos de Base