JORNADA MUNDIAL POR EL TRABAJO DECENTE - EL TRABAJO DECENTE, COMPROMISO ESENCIAL PARA LA PAZ Y LA JUSTICIA SOCIAL
En un mundo en conflicto, con profundas desigualdades y ambientalmente insostenible, el trabajo decente representa el camino hacia la paz y la justicia social. Sabemos que el gran tema es el trabajo libre, creativo, participativo y solidario anhelo de la Iglesia universal (1) junto con tierra y techo, porque es el modo más digno de ganarse el pan de cada día y asegura nuestro compromiso con el cuidado de todas las personas y del planeta, haciendo un mundo más habitable y hermoso, y porque el trabajo permite caminar juntos como pueblo hacia una vida digna. El acceso al trabajo por parte de todos es una prioridad irrenunciable.
Hacemos nuestro el llamamiento del papa Francisco para seguir comprometidos, avanzando juntos por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo”2
Denunciamos que muchas personas trabajadoras migrantes quedan excluidas de los derechos laborales y sociales. Las personas asalariadas de los servicios esenciales carecen, en demasiadas ocasiones, de suficiente reconocimiento social y de condiciones de trabajo dignas. Las condiciones de trabajo, especialmente en un contexto global de subida de precios y de inflación desbocada que está generando un mayor empobrecimiento en las familias trabajadoras, no garantizan cubrir las necesidades básicas, ni son compatibles con las necesidades de cuidado personal y familiar.
El trabajo “informal” dificulta enormemente el desarrollo personal, familiar y comunitario, poniendo en riesgo muchos de los logros sociales y hasta los principios fundamentales sobre los que se asientan la cohesión social, la convivencia y la justicia social, además de las perspectivas de mejora de jóvenes y mujeres.
Día de Europa 2022: Comunicado del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE)
Europa, la guerra, Dios, las personas
En este año 2022, vamos a celebrar el Día de Europa (9 mayo) con el terrible telón de fondo de la guerra en Ucrania.
¿Qué podemos decir los cristianos?
Como sucedió también con la COVID, parece que el drama de Ucrania está planteando de nuevo las preguntas sobre Dios, la vida y el ser humano. ¿Qué hace Dios ante todo esto? ¿Dónde está Dios ante esas calles vacías, pobladas solo por cadáveres, algunos además con las manos atadas a la espalda? ¿Dónde está Dios ante esas madres desesperadas por no saber cómo liberar a sus niños del pánico, del hambre o de sufrimientos superiores a sus pequeñas fuerzas? ¿Cómo es posible que Dios permita lo que está ocurriendo en la Ucrania de hoy? O lo que ocurrió en los diversos Auschwitz de ayer.
Queremos ser cristianos y testigos de la propuesta de salvación y liberación que Jesucristo ofrece a la sociedad y al mundo del trabajo, pero las personas de nuestro entorno nos presentan estas preguntas.
El problema del “silencio de Dios”, lo han tenido que soportar los cristianos desde el principio de los tiempos.
Primero de Mayo: Covid19, el confinamiento y su impacto en los trabajadores
El confinamiento debido a la Covid-19 comenzó hace dos años y en Uganda, después de casi dos años los trabajadores han vivido historias indescriptibles de sufrimiento y desesperación. Muchos trabajadores han perdido su empleo debido al largo periodo de confinamiento y los niveles de desempleo han aumentado.
Uganda fue uno de los países con el periodo de bloqueo más largo, desde el 1 de abril de 2020 hasta enero de 2022, cuando se reactivó por completo la economía. Los empresarios informales no tuvieron ingresos durante este período y tuvieron que echar mano de sus propios ahorros, depender de la ayuda alimentaria del gobierno o buscar la ayuda de familiares y amigos para sobrevivir. Esto significa que durante el periodo de cierre, la mayoría de los trabajadores se encontraron en una economía de subsistencia.
Las condiciones del confinamiento han afectado a casi todos los sectores del mercado laboral. El número de personas empleadas en Uganda ha disminuido de 9 millones en 2016/17 a 8,3 millones en 2019/20. Esto llevó a que muchos asalariados perdieran su empleo. Otros trabajadores se vieron obligados a cerrar sus negocios.
Debido a la situación de desempleo en el país, incluso antes de la pandemia, Uganda solía exportar mano de obra a Oriente Medio, especialmente a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. Todo ello a pesar de los informes sobre las malas condiciones de trabajo. El número de emigrantes ugandeses ha disminuido de 25.363 en 2019 a 9.026 en 2020, debido a los efectos de la pandemia. Esto explica el alcance del impacto del confinamiento sobre los trabajadores en Uganda y en el mundo.
Mensaje del MMTC para el Día de la Mujer: "El reto de seguir cuidando los hilos de la vida"
El “Día Internacional de la Mujer”, que tiene su origen en un hecho trágico del 8 de marzo de 1908, lo volvemos a recibir en el 2022 en medio de una pandemia sanitaria que ha generado estragos en las economías y sociedades del mundo, y, que al mismo tiempo, nos ha visibilizado las desigualdades estructurales en el desarrollo de todos los ámbitos de nuestras vidas.
En este particular tiempo de crisis, las mujeres han estado en primera línea dentro y fuera del hogar. En el ámbito privado, más del triple de las horas de trabajo de cuidado no remunerado ya recaían sobre sus espaldas, la pandemia las aumentó; y, en el ámbito social, su rol ha sido fundamental para atender los comedores populares, las ollas comunes, la autoorganización vecinal, la promoción de la salud en los vecindarios, aun cuando los recursos personales y la capacidad institucional han sido limitados y los derechos reconocidos también se han visto amenazados. A pesar de esta labor de las mujeres, se desarticularon los sistemas sociales, los de protección y las llamadas de auxilio, las denuncias por violencia y el abuso sexual aumentaron. Las mujeres quedaron a merced de la violencia doméstica en condiciones de mayor vulnerabilidad, produciéndose un repunte de feminicidios como la expresión más cruenta contra ellas.