La posición de la mujer en el mundo, con ejemplos concretos de Uganda
A principios de este año los ugandeses, en especial las mujeres, se emocionaron cuando la activista feminista Winnie Byanyima saltó a una de las más codiciadas responsabilidades mundiales. Fue nombrada Directora Ejecutiva de Oxfam Internacional. También el año pasado otras dos mujeres destacadas de Uganda aumentaron su talla internacional: la Asamblea Legislativa del África del Este escogía a Margaret Zziwa como su Presidenta, convirtiéndose en la primera mujer para ocupar ese cargo. La otra mujer fue la doctora Margaret Mungherera, que fue elegida como Presidenta de la Asociación Médica Mundial (WMA).
En el contexto socio-político de Uganda, las mujeres han superado muchas limitaciones para llegar a la cima. Por ejemplo, Rebecca Kadaga, Christine Ondoa Kiwanuka y María Kiwanuka están al frente del Parlamento y de los Ministerios de Salud y de Finanzas respectivamente. Las mujeres también han ascendido a posiciones de influencia en las empresas y en la sociedad civil. Para nivelar aún más el nivel socio-político de las mujeres, el Gobierno ha firmado y ratificado varios acuerdos internacionales, regionales y subregionales destinados a promover la igualdad de género y el reforzamiento de las mujeres.
A pesar de estas políticas sensatas y de los gestos del Gobierno para elevar la estatura político-social de las mujeres, hay limitaciones para este progreso: el viaje que tiene por delante la mujer es quizás mucho más largo de lo andado hasta ahora. Aunque algunas mujeres han sobresalido, la mayoría de las mujeres en Uganda siguen estacionadas en los peldaños más bajos de la sociedad. En la mayoría de las empresas, las mujeres tienen cargos de nivel medio y no importa lo duro que trabajen no consiguen un ascenso. En lo que se refiere a la maternidad, las mujeres, especialmente las de las zonas rurales, siguen siendo víctimas de despidos y/o discriminaciones al quedar embarazadas a pesar de las intervenciones del Gobierno.
En cuanto a la educación, la tasa de abandono de las niñas es superior al de los varones. Para conseguir la matrícula a la escuela secundaria se les exige a las adolescentes someterse a una prueba de embarazo y si esta es positiva no pueden inscribirse. Como resultado, la matrícula de las mujeres en las Instituciones de Enseñanza Superior sigue siendo menor que la de los hombres. Existe una correlación entre el desarrollo social e individual y la calidad recibida de la educación. Por lo tanto, si se quiere que más mujeres ejerzan el poder y la influencia, más deben acceder a una educación de calidad, especialmente en la educación superior. Para una mujer haber recibido una buena educación es su verdadera fuerza, que la capacita para superar obstáculos de progreso como la pobreza, la enfermedad, la ignorancia, el abuso de los derechos humanos, la violación, la inhibición o las tradiciones.
El Movimiento de Trabajadores Católicos (CWM) Uganda apoya el programa del Gobierno mediante la organización de grupos de mujeres que les ayuda a fortalecerse a través de la educación permanente. Esto ocurre en un proceso integral continuo, con dimensiones cognitivas, psicológicas y económicas a fin de lograr la emancipación. Dada la complejidad de las interrelaciones de la sociedad, la mujer tiene que pensar sistemáticamente acerca de las estrategias y de las propuestas concretas para la acción futura, si una espera alcanzar ese objetivo.
En nuestras sociedades, existe una división sexual del trabajo que dicta el tipo de formación que se adquiere. Si se habla del fortalecimiento de las mujeres, es importante que las mujeres tengan acceso a las diferentes oportunidades de formación que antes se les negó. Esto significa por lo tanto:
- Preparar a nuestras mujeres para trabajos que normalmente no están abiertos a ellas.
- - Proporcionar los proyectos de generación de ingresos que están orientados al mercado (no proyectos orientados al bienestar)
- - Capacitar a las mujeres para ser líderes en todos los niveles del movimiento.
El CWM Uganda está dirigiéndose hacia estos objetivos ayudando a sus mujeres miembros basándose en las acciones siguientes:
- Ayudar a las mujeres a desarrollar su auto-estima y auto-confianza.
- Orientar a ser capaz de tener la capacidad de negociar y tomar sus propias decisiones.
- Ayudar a elevar la conciencia de sus derechos y responsabilidades civiles.
- Proporcionar habilidades para la generación de ingresos.
- Alentar a que participen activamente en la comunidad y en la sociedad más eficazmente.
- Preparación para ser mujeres líderes.
Para las mujeres del CWM Uganda esto es posible porque cuando están juntas en las reuniones de su grupo, se les proporciona el espacio y el tiempo para compartir ideas y aprender unas de otras. También son formadas en los conceptos básicos, como la educación de adultos (leer y escribir), administración del hogar, las habilidades básicas de cocina y los conocimientos elementales de un negocio. Así, el grupo proporciona a las mujeres un terreno fértil para el proceso de fortalecimiento. A través de estos programas, las mujeres son capaces de llevar a cabo actividades generadoras de ingresos, en definitiva a mejorar los ingresos de sus hogares.
Al celebrar este año el Día Internacional de la Mujer el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) invita a todos a celebrar los frutos obtenidos por grandes luchas y la fraternidad de las mujeres en todo el mundo pero sin olvidar que aún nos falta mucho para alcanzar igualdad y respeto reales para las mujeres en nuestras sociedades. Insistamos a todas las partes interesadas a promover la creación de Oficinas de la Mujer para ayudar a capacitar a las mujeres en grupos y apoyar su proceso de fortalecimiento. Cuando la mujer se refuerza, el mundo se refuerza. Por lo tanto, es necesario acabar con la discriminación en contra de las mujeres, asegurar su derecho a la educación permanente y a la igualdad de oportunidades!
Para la Secretaría General del MMTC
Janet y Betina