“Escuchen con el corazón los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y sus pobres en busca de ayuda y responsabilidad”. Con estas palabras comenzaba el saludo de bienvenida que el papa Francisco nos dirigía en esta conferencia convocada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral con motivo del tercer aniversario de la publicación de la encíclica “Laudato si” (Alabado seas)
A ella han asistido alrededor de 350 representantes de asociaciones, organismos, colectivos y movimientos de iglesia comprometidos con el cuidado de la tierra y de los pobres en cualquier rincón del mundo. Asimismo, han asistido diversos obispos de los cinco continentes, el arzobispo de la iglesia ortodoxa de Pergamon (Grecia), expertos en cambio climático y en ecología, científicos, profesores, embajadores y ministros, representantes de la ONU, etc.
En el saludo, el papa Francisco, también nos recordaba el encargo que Francisco de Asís recibió del Señor en la iglesia de San Damián: "Ve, repara mi casa, que, como puedes ver, está en ruinas". Y añadía el papa, “hoy, el hogar común que es nuestro planeta, necesita urgentemente ser reparado y asegurado para un futuro sostenible”.
La conferencia se desarrolló a partir de ponencias y relatos de experiencias en torno al tema. Papel destacado tuvo la participación de representantes de pueblos indígenas (Amazonas, Indonesia, Cuenca del Congo, Groenlandia, etc.) así como representantes de jóvenes comprometidos con otro estilo de vida respetuoso con la creación y con la promoción de los pobres.
También se realizaron grupos de debate entre todos los participantes.
La conferencia comenzó con una mesa redonda en la que participaron jóvenes de Kenya, Pueblo Ashaninca (Perú), India, España y la Antártida.
A continuación, los tres grandes temas tratados seguían el orden habitual de Ver, Juzgar y Actuar:
VER: ¿Dónde nos encontramos? Escuchar el grito de la Tierra y de los Pobres.
El primer gran tema comenzaba con las presentaciones de los siguientes aspectos: La Santa Sede y la Cumbre del Clima COP 24 de Naciones Unidas; Cambios Climáticos. La última llamada para el Planeta; ¿Cómo se está llevando a cabo el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático?; ¿Cómo la degradación ecológica está afectando a los más pobres?
A continuación, los grupos de trabajo trataron temas como: La Oiko-nomía (= administración de los bienes) ¿está al servicio de nuestra Casa Común?; Iglesias y religiones ante la conversión ecológica; ¿Se escucha a las comunidades indígenas y los jóvenes?
El tono de esta primera parte nos situaba en la muy dura realidad del deterioro de la naturaleza y el desprecio de pueblos y comunidades que lo sufren especialmente. La Tierra ya no puede esperar más, se decía. Los síntomas evidentes son: Calentamiento global hasta niveles insostenibles, Derretimiento de los polos (el representante de Groenlandia manifestaba que, en su localidad, cuando era pequeño, tenía bajo sus pies una profundidad de 5 km. de hielo y en la actualidad eran sólo 2 km.); Sequías y a su vez, inundaciones irregulares (no habituales en años y siglos pasados); Contaminación del aire, de la tierra y de los mares (abuso de combustibles fósiles-petróleo, plásticos, etc.); Deforestación y destrucción de selvas y ecosistemas que son reservas de agua y de oxígeno para la humanidad; Extracción abusiva de recursos naturales; Manipulación y modificación de cultivos y de su distribución y venta; Consumo enloquecido, despilfarro y no reciclaje de productos y artículos en el primer mundo; etc.
Este desastre ambiental y el sufrimiento consiguiente de los pobres, está analizado, demostrado, argumentado y aceptado formalmente por científicos y estudiosos, estados y organismos internacionales, políticos, gobiernos, el mundo de la empresa y el de las finanzas, etc. pero las actuaciones y respuestas se demoran año tras año. La causa fundamental de esta inacción es que la salida a esta situación pone en riesgo la abusiva obtención de beneficios de los llamados “mercados” y el nivel de confort que hemos asumido y aceptado pasivamente en el primer mundo, y no satisfechos, aún deseamos incrementarlo más.
En palabras de la encíclica: "La tasa de consumo, desperdicio y alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, por lo que el estilo de vida actual, al ser insostenible, solo puede generar desastres, ya que estos ocurren periódicamente en diferentes regiones”. Y se afirmaba con énfasis: Existe un peligro real de dejar generaciones futuras de escombros, desiertos y tierra.
JUZGAR: ¿A dónde queremos ir? Discerniendo la crisis de nuestra Casa Común.
Esta segunda parte de la conferencia nos proponía en un primer momento, una reflexión a partir del evangelio y la enseñanza social de la iglesia sobre la situación descrita, mediante la ponencia: El mundo natural como Evangelio (Buena Nueva) de la Creación.
En ella se desarrollaban las aportaciones de la encíclica, especialmente en su capítulo segundo, tales como: La creación (naturaleza y seres humanos) es obra de Dios. Él es su creador y “dueño”. Los demás podemos ser huéspedes, administradores, colaboradores en el Plan de Dios para su creación. Lo creado por Dios es bueno en sí mismo. Todos los seres vivos tienen su valor ante Dios. No se les puede medir por su “utilidad” a ojos de los hombres. Todo es fruto del amor de Dios, es expresión del cariño de Dios. Nada sobra. La fe nos lleva a cuidar las tres relaciones: Con Dios, con la naturaleza y con el prójimo.
Posteriormente otras intervenciones fueron: Razones económicas para actuar y para hacerlo inmediatamente; Ecología integral para un Desarrollo Humano Integral.
ACTUAR. ¿Cómo inspirar un movimiento masivo para el Cuidado de Nuestra Casa Común? Actuar juntos para Salvar la Tierra.
Por último, llegó el momento del que hacer. En él se hizo referencia a dos grandes líneas de acción para impulsar el Cuidado de la Casa Común.
En primer lugar, aprovechar los diversos acontecimientos que en el plano institucional e internacional están abordando esta preocupación por la “Casa Común”:
El primero de ellos arranca el 1 de septiembre y finaliza el 4 de octubre, como una época privilegiada para orar y comprometerse por el Cuidado de la Casa Común, en lo que se denomina Tiempo para la Creación, un encuentro de movilización ecuménica. El segundo es la Cumbre Global de Acción Climática y Sociedad Civil, a celebrarse en San Francisco, septiembre 2018. Los siguientes, son los Sínodos sobre la Juventud y sobre la Amazonía, previstos para octubre de 2018 y 2019, respectivamente. Asimismo, se recalcó que las instituciones financieras también tienen un papel importante que jugar, como parte del problema y su solución. Se necesita un cambio en el paradigma financiero para promover el desarrollo humano integral. Las organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, deben promover reformas efectivas para un desarrollo más inclusivo y sostenible. En esta línea se sitúa el Encuentro anual del FMI y el Banco Mundial, previsto en Bali, en octubre de este año. Y, por último, la Cumbre del Clima COP 24, prevista en Katowice (Polonia) en diciembre próximo, la cual puede ser un hito en el camino trazado por el Acuerdo de París de 2015, constatando que aún queda mucho por hacer para la aplicación de dicho acuerdo. Se recordaba lo dicho en la encíclica "La reducción de los gases de efecto invernadero requiere honestidad, valor y responsabilidad, especialmente de los países más poderosos y contaminantes" (Laudato si, 169). No podemos darnos el lujo de perder el tiempo en este proceso.
Como segunda línea de acción se señalaba la necesidad de una actuación masiva, por parte de todos: Movimientos y experiencias educativas (entre otras, se compartió la experiencia del movimiento Tarumitra, de India); En el campo de las finanzas, inversiones éticas; Movimientos de lucha contra el cambio climático (en Polinesia, Congo, etc.) Recordando las orientaciones del papa en la encíclica, se insistía en que es necesaria una global e integral acción política para cambiar el modelo económico y de desarrollo destructivo. Y esta acción debe impulsarla la sociedad y los movimientos sociales y populares, los grupos y comunidades locales, la iglesia y sus grupos y movimientos. Esto forzará y convencerá a gobiernos y estos tomarán medidas. Una gran corriente de cambio para el cuidado de la casa común y sus habitantes.
Toni Martínez Santamaría
Representante del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos en la
CONFERENCIA INTERNACIONAL EN OCASIÓN DEL 3ER ANIVERSARIO DE LA ENCÍCLICA “LAUDATO SI” SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN.
(Ciudad del Vaticano, 5-6 de julio de 2018)