La mayoría de los movimientos analiza este tiempo de pandemia, como una extensión de la crisis provocada desde hace tiempo por el sistema neoliberal: un sistema que aplasta a los más frágiles y más pequeños. La COVID-19 solo ha amplificado el
sufrimiento, los miedos, la pobreza. Y las primeras víctimas son los trabajadores y, entre ellos, los migrantes, mujeres, jóvenes, trabajadores del sector informal...
Todo esto nos recuerda el mandato del profeta Amós: «¡Ay, del que pisotea la Justicia!...». ¡Pidamos al Señor que no seamos uno de ellos!