Hace 123 años que celebramos el día internacional de los trabajadores como signo de solidaridad con todos los trabajadores en el mundo entero. De un mundo de trabajo centrado en el capital y en la mecanización, ¿hemos al fin llegado a un mundo centrado en la persona humana?
El informe 2004-2005 de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) hace terribles revelaciones: sobre los dos mil ochocientos cincuenta millones trabajadores y trabajadoras en el mundo 49% ganan menos de 2 dólares al día y entre ellos, el 39% menos de un dólar! Dos cientos millones de hombres y mujeres están sin empleo!
Actualmente, la pobreza se ha agravado a través del mundo. Según un informe de la OCDE, 60% de los trabajadores/as no tienen contrato y están expuestos a la inseguridad del trabajo.El pasado año, se han producido numerosos conflictos de trabajo en el mundo. En Asia, a las Filipinas, a Taiwán y en Indonesia, agrupaciones de trabajadores y trabajadoras han exigido aumentos de salario. En Túnez, Egipto y Oriente Medio han reclamado reformas económicas y medidas para el empleo. A Nueva York y a Londres, en medio de una crisis financiera sin precedentes, ocuparon los centros financieros de Wall Street y la City para oponerse al poder del dinero.
La crisis económica ha provocado vivas reacciones en Europa. En Grecia, España, Portugal, en Francia,…la población se ha movilizado para decir NO a la austeridad que pega de lleno a millares de obreros y clases populares. En España han tenido lugar grandes manifestaciones con el eslogan “ No se juega con la educación y la salud de la gente”. En Portugal, la Alianza de los trabajadores (CGTP) se ha opuesto a la explotación y al empobrecimiento de los trabajadores. Bajo el eslogan “Cambiemos de Política”, han llevado acciones a nivel nacional.El mundo vive bajo la amenaza de un hundimiento de la economía. Los trabajadores/as son las primeras víctimas: son despedidos de las empresas, sufren reducciones de salarios y son forzados a ampliar la jornada de trabajo.
Los problemas engendrados por la especulación capitalista y la crisis económica no pueden ser solucionados por un solo país. Frente un capitalismo que se burla de las fronteras, El mundo del trabajo tiene necesidad de unirse a escala mundial y es absolutamente indispensable una gestión solidaria para luchar contra un sistema inicuo y para crear un mundo más humano.
Actualmente el gran problema sobre el que hemos de llamar la atención es el de la desregulación y la pérdida de los derechos sociales fundamentales. Sobre ésta cuestión podemos hacer referencia a la parábola “de los obreros de la viña” (Evangelio de San Mateo cap. 20). El denario pactado con cada uno de los obreros corresponde a éste “pan nuestro de cada día” de la plegaria del Padre Nuestro. Sin tener cuenta del tiempo que cada uno de los trabajadores ha pasado en la viña, la justicia de Dios se manifiesta en el hecho de dar a cada uno el mínimo necesario para que pueda llevar una vida decente. Ésta justicia de Dios que estamos invitados a realizar ha de sobrepasar la simple noción de un salario en función del trabajo efectuado para tomar en cuenta las necesidades reales de un trabajador y de su familia.
Es el inicio de una sociedad alternativa. Construyamos juntos una sociedad igualitaria donde los despidos económicos y los empleos inestables ya no existan y donde las necesidades elementales, como salud, educación, alojamiento sean garantizados y gratuitos.
Las riquezas de nuestro mundo no deberían estar en posesión del 1% de privilegiados, sino que han de servir al bienestar del conjunto de la humanidad. Deseamos que la Iglesia Católica esté más atenta al grito de todos éstos trabajadores y trabajadoras a través del mundo. Nuestros movimientos de Trabajadores Cristianos han de constituir los ojos y las orejas de nuestra Iglesia para que conozca el sufrimiento y la discriminación de que son víctimas los trabajadores/as.
Este año celebramos el 50 aniversario del Concilio Vaticano II. La Iglesia afirmaba entonces que el Concilio era un instrumento para el mundo y todos los hombres y las mujeres: “las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres actuales, de los pobres especialmente y de todos los que sufren, son también las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los discípulos de Cristo, y no hay nada de verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón (….). La comunidad de los cristianos se reconoce pues realmente e íntimamente solidaria del género humano y de su historia”. (Gaudium et Spes)
Estamos pues llamados a transmitir el mensaje de esperanza de Vaticano II a todos éstos trabajadores y a todas éstas trabajadoras, católicos, creyentes de otra religión o no creyentes, todos unidos en un mismo combate para hacer progresar la justicia en el mundo y la dignidad de todos los seres humanos.
Que la celebración de este cien vigésimo tercero día internacional de los trabajadores nos motive a continuar la lucha, con todos los hombres y todas las mujeres y con la Iglesia, para construir conjuntamente un mundo más justo y más fraternal.
Día internacional de los trabajadores 1º de Mayo 2013
El movimiento de Corea: KA NO JANG y el secretariado del MMTC