Estimado lector, estimada lectora. Tienes en tus manos este número de INFOR centrado en la economía del cuidado. Con esto nos referimos a todas las ocupaciones relacionadas con la educación y la salud, así como al cuidado de las personas de todas las edades, desde que son niños hasta que son ancianos, cuidados que a menudo se prestan a domicilio por falta de instalaciones adecuadas.
A nivel mundial, son las mujeres las que realizan más de las tres cuartas partes de estos trabajos de cuidado no remunerados, a pesar de que dedican una media de 4 horas y 25 minutos al día, frente a la 1 hora y 23 minutos que dedican los hombres a ello.
Según las estimaciones de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), 606 millones de mujeres en edad de trabajar se quedan fuera del mercado laboral debido a sus responsabilidades relacionadas con los cuidados y la «reproducción social» que, por su parte, tiende a mantener esta realidad social de una generación a la siguiente.
La Organización Mundial del Trabajo (OIT) nos recuerda en su informe «El trabajo decente y la economía de cuidados» (Sesión 112, 2024): «Las sociedades y las economías dependen del trabajo de cuidados tanto remunerados como no remunerados para funcionar y mantener su desarrollo humano, social y económico. Proveer de cuidados a la población depende, completa y exclusivamente, de estas y estos trabajadores».
Dentro de nuestros movimientos, observamos de igual manera una proporción masiva de mujeres en estos sectores que, gracias a su presencia y sus acciones, tienen un papel importante en la disminución del aislamiento de las personas y en la lucha contra el individualismo.
La ACO de Francia nos cuenta, en un expediente dedicado a los cuidados, que «estas profesiones requieren de auténticas competencias. Debemos contribuir a su reconocimiento, es una cuestión también de dignidad». Los artículos de este número reflejan claramente la necesidad de luchar para alcanzar esos derechos, y la dificultad de tener unos ingresos dignos al jubilarse sin el reconocimiento de este trabajo no remunerado.
El 8 de marzo, día internacional de la lucha por los derechos de las mujeres, puede ser el momento perfecto para hacer una pausa y reflexionar colectivamente, mujeres y hombres, sobre este tema, sin olvidar que su implicación es diaria, los 365 días del año. Contamos con ustedes para dar a conocer nuestro periódico entre nuestros diferentes movimientos. Estamos deseando conocer sus respuestas y relatos de los debates y las acciones que habrán ayudado a poner en marcha estas reflexiones. Es gracias a ustedes que podemos seguir escribiendo diariamente para visibilizar nuestra lucha «por una justicia social en una economía para la vida» que se libra a diario con la vista puesta en la igualdad de género.
Christine Isturiz, Copresidenta del MMTC