Photo (C) UNCHR - The Italian Coast Guard/Massimo Sestini
VIVA LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL!
MENSAJE DE SOLIDARIDAD 18 DE DICIEMBRE - DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES MIGRANTES
Hacemos un llamamiento al cambio, a la movilización y organización en favor del trabajo decente, y al acceso a la justicia para todos los trabajadores migrantes. Seguimos abogando por que los gobiernos y los empleadores respeten y protejan los derechos de todos los trabajadores migrantes y sus familias, para superar la discriminación de los trabajadores migrantes y para superar la división de las personas por motivos de raza, religión, orientación sexual o identidad de género.
En 2015, en todo el mundo, había 258 millones de migrantes y sigue aumentando. La desigualdad de ingresos, los conflictos y el cambio climático están empujando a los trabajadores a cruzar fronteras en busca de trabajo decente. La discriminación es un trato injusto de los trabajadores migrantes. El riesgo que enfrentan los trabajadores migrantes al reclamar salarios impagos o al presentar una queja contra sus empleadores es que el empleador pueda tomar represalias y "despedirlos por su trabajo".
Dé la bienvenida al extraño y reconozca al extraño como uno de nosotros. Somos hermanas y hermanos, un solo pueblo de Dios. Pablo escribe a los Efesios: Así que Dios vino y proclamó paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca.... Así que, pues, ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (Ef 2, 17-19).
Los trabajadores migrantes se están organizando y formando asociaciones para hacer cambios a fin de que todos los trabajadores migrantes tengan una mayor protección en el trabajo, independientemente del lugar donde trabajen.
NO ME LLAMES FORASTERO
No me llames forastero; no me llames forastero;
Necesito sentirme como en casa; trabajo y lucho en tu tierra;
Especialmente cuando la soledad enfría mi corazón. Y el sudor de nuestras cejas es el mismo
No me llames forastero; no me llames forastero;
El suelo que pisamos es el mismo; Fronteras, nosotros las creamos;
Pero la mía no es la tierra prometida. Y la separación que resulta es la misma.
No me llames forastero; no me llames forastero;
El color de mi pasaporte es diferente; sólo soy tu amigo;
Pero el color de nuestra sangre es el mismo. Pero aún no me conoces.
No me llames forastero; no me llames forastero;
El idioma que hablo suena diferente, Lloramos por la justicia y la paz de diferentes maneras.
Pero los sentimientos que expresa son los mismos. Pero nuestro Dios es el mismo.
* MISIONEROS COMBONIANOS DEL CORAZÓN DE JESÚS, FILIPINAS, 1995
(VERSIÓN ABREVIADA) MMTC SINGAPURA