Cada año, cuando se acerca el día 8 de marzo, de una manera u otra, la sociedad enaltece a la mujer por su condición de tal, y su rol como fábrica de amor y valentía. A través de los medios de comunicación, en eventos festivos en escuelas y centros laborales, al menos una humilde tarjeta llega como presente a las manos de nuestras mujeres. La Iglesia no se queda detrás y que mejor homenaje que una oración a la mujer del Evangelio, a María: esposa, madre, trabajadora…

En este número de LABOREM aparecen otras mujeres cuyo quehacer fue marcando el momento en que ellas tuvieran la posibilidad de celebrar un día de la mujer. De ahí, que resulta interesante la sección sobre Profetas Sociales,  donde conocerán una mujer de vida y obra excepcional.

La página del Asesor “suena bonito”, por su contenido profundo que destaca la importancia de la dimensión profética en nuestras acciones, cuya inspiración nos asiste gracias a la postura del Papa Francisco que afronta los  desbalances del tiempo presente, e insiste en que tenemos que garantizar y defender, para todas y todos, el derecho a las tres “T”: Tierra, Techo y Trabajo.

Así que esperamos que este número sirva para elevar nuestra espiritualidad y apostolado. Y bien, por ahí nos vemos…

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